jueves, 9 de septiembre de 2010

ABISMO

Caminaba como tantas veces sin rumbo fijo. Su cabeza mirando al suelo,
su mirada triste y vencida y su alma, hundida en lo más profundo.
No recordaba haberse sentido así nunca. Pero el día tras día,
las desilusiones, y el profundo sentimiento de soledad, le habían hecho
llegar hasta ese estado.
Quizás esperaba más del mundo que le rodeaba. Una muestra de cariño,
un cómo estás, cómo te sientes. Un fuerte abrazo.
Quizás jamás comprendió que por su manera de ser, la gente sólo la requería
por necesidad, por echar mano de ella cuando no había nada mejor.
Quizás se ilusionó demasiado. Quizás se hizo una idea equivocada.
Quizás nunca debió pensar que alguien la querría sin interés alguno.
Quizás soñó demasiado.
Hoy, no sabía dónde ir. Su voz se enmudeció.
Sus ojos comenzaron a llorar y el desasosiego era inmenso.
Conforme caminaba, el sonido del mar le hizo levantar la cabeza.
Las olas murmuraban suavemente, y de pronto su nombre, llegó hasta sus oídos.
La voz le resultaba familiar, cálida, acogedora.
Le envolvió con ternura, y sintió una tenue caricia, que le hizo respirar profundamente.
Sus ojos se iluminaron de repente. Su mirada se volvió incrédula pero maravillada.
No podía creer lo que veía, pero su sonrisa surgió como una brisa fresca sobre su rostro.
Era ella, estaba ahí, y había venido a buscarla.
Su cara seguía siendo tan suave como ella recordaba. Su dulzura no había cambiado
después de tantos años. Y sus palabras de aliento, la envolvían como en el pasado.
Por primera vez en mucho tiempo, sintió el verdadero cariño, aquel que se alejó de ella
sin despedida, sin poder evitarlo.
Por primera vez volvía a ser feliz.
Sus brazos se extendieron hacia ella mientras no dejaba de sonreír. Sus pasos se aceleraban
hacia lo que ella sabía que era la felicidad absoluta.
Y sin preocuparse de nada más, en el mismo abismo, pudo llegar a abrazarla.
Sabía que ese viaje era de ida solamente, pero no le importaba.
Sabía que llegaba el momento que tanto espero durante toda su vida.
Ella de algún modo, sabía que cuando se fuera, lo haría entre sus brazos.
Repleta del más puro amor que nadie jamás le había demostrado.
Repleta de la dicha más absoluta.


-Melancolía-

5 comentarios:

  1. Es muy difícil comentarte, inspiras una enorme gratitud por la cantidad de sentimientos que transmites y haces aprehender a quien te lee. Pues...GRACIAS por ser como eres.

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  2. Hace mucho que no me conecto, así que tengo deberes, ponerme al día con tu blog ;)

    Un saludo!

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  3. bello poema , triste , nostalgico y lleno de un gran sentimiento, muchas veces me he sentido asi como si fuera a un abismo , bellas letras , me llevo algunas en mi corazon,

    besitos de miel,

    ¯`♥´¯)
    `*.¸.*´
    ¸.•´¸.•*¨) ¸.•*¨)
    (¸.•´ (¸.•Con cariño,´.•´¸¸.•¨¯`♥

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  4. Es demasiado bonito como para expresarlo con palabras. Inspiras cosas que jamás nadie podrá hacer.
    Gracias.

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  5. Hola ! Bellísimo tu blog !
    Me encanta, vista el mío 1 Abrazos

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