martes, 3 de julio de 2012

UNA CARICIA DE VIENTO


Sentada como siempre, imagina mil maneras de plasmar mil sentimientos.

No le hace falta otra cosa, que cerrar los ojos, escuchar la música, y dejar que

le acaricie el viento.

En su piel se desatan los recuerdos más bellos.  Los amaneceres impregnados de caricias,

que entre deseos, le hacían sentirse plena, amada por completo.

Dónde quedaron esos instantes, mojados en anhelos, en sueños creados entre versos.

Dónde se fueron las madrugadas, los susurros intensos.

Y aquella voz que le decía… te quiero.

Dónde se convirtió en silencio, aquel pasado de gritos colmados de amor intenso.

No importa donde fueron, ella sigue soñando, sigue sintiendo.

Tan sólo tiene que cerrar los ojos, para seguir plasmando sus sentimientos,

mientras siente como le acaricia el viento.


-Melancolía-