martes, 31 de mayo de 2011

AMANECER ETERNO

Aquella tarde se sintió abatida. Sus fuerzas mermaron, su corazón se paralizaba,

y su respiración, sin sentido, seguía el ritmo acompasado de las olas del mar.

Aquellos amaneceres, se quedaron varados en la orilla de aquella playa con la que

tanto había soñado.

Ni el influjo de la luna, despidiéndose del sol, pudo aliviar lo que sentía.

La añoranza de aquellos días pasados, de su mirada, de sus susurros al oído mientras

la brisa los envolvía, la sumergía en un pasado maravilloso, pero que nunca regresaría.

Siempre se preguntó por qué.

Por qué se perdieron en el olvido tantos sentimientos, tantas horas basadas en miles de pensamientos y sueños compartidos. Por qué un castillo que parecía tan fuerte, se transformó en arena, se evaporó por el aire.

Quizás era hora de retomar el rumbo. De mirar hacia el horizonte y buscar un nuevo amanecer. Ese amanecer que le haga sentirse plena, completa, segura.

Ese amanecer que calme sus heridas, que alivie su corazón. Ese que la envuelva por completo en un sueño, del que nunca pueda despertar.

- Melancolía-