viernes, 26 de marzo de 2010

REALIDAD


Respiró profundamente para poder aliviar la presión que sentía en el pecho y le fue imposible. Su dolor se acentuaba conforme las horas pasaban. Su soledad la envolvía por completo.
Allí, en un rincón de su habitación, lloraba desesperada sin saber por qué.
Su mente se alejaba hacia momentos vividos que jamás olvidaría, momentos irreemplazables que jamás podrían volver. Donde la sonrisa iluminaba su rostro, donde la felicidad aun parecía alcanzable. Donde la vida, aún tenía sentido.
Aquella época quedaba muy lejos.
Ahora, todo era diferente. Su rostro se apagaba día a día, sus sentimientos se agolpaban queriendo explotar, queriendo salir. Su corazón latía sin sentido, sin razón.
Las noches se habían convertido en su refugio, su paz.
Tan sólo sentía que no era suficiente. Unas horas simplemente, no podían aliviar otras muchas de dolor.
Siempre quiso que los sueños pudieran alcanzarse, dejaran de ser efímeros.
Siempre insinuó, que si para ello, tuviera que dormir eternamente, no le importaría.
Se dejaría llevar, lo haría gustosamente si supiera que al menos uno, tan sólo uno…..se hacía realidad.


-Melancolía-

domingo, 7 de marzo de 2010

SEGUIR SOÑANDO


Intentó varias veces no pensar, refugiarse en sus momentos cotidianos para olvidar.
Para no sentir esa presión tan dolorosa que le oprimía el pecho y a veces, no le
dejaba respirar. Pero le fue imposible.
Ningún recuerdo del pasado podía aliviar tanto dolor en su alma.
Ningún momento del día, dejaba atrás aquellos instantes vividos.
Todo se había convertido en un sin sentido. No podía comprender, y eso, la estaba
matando poco a poco.
Aprovechaba los leves momentos que se encontraba sola para llorar. La música que
tantas veces le había llevado a lugares maravillosos, se había convertido en la expresión
más clara de lo que sentía.
Baladas de amor que pronunciaban un adiós, una ausencia, un porqué sin contestación.
El parque ya no era una vía de escape. Los árboles le parecían insípidos. La luna ni siquiera
asomaba, y el frío se calaba entre sus huesos como puntas de puñales desgarradores.
Se adentraba hasta el fondo, en donde tan solo el sonido de sus propios pasos, podía romper
el silencio. Ese silencio que ahora era tan profundo, tan duro.
No quería que nadie pudiera ver que estaba sufriendo. Que sus lágrimas recorrían su rostro
con un llanto amargo. Que las fuerzas le fallaban.
Hacía ya unos días que se había abandonado por completo. La expresión de su rostro delataba
el dolor que sentía. Sus ojos ya no brillaban con esa luz de esperanza y su figura se estaba convirtiendo en un cuerpo endeble, sin vida.
No quería vivir. No quería afrontar un nuevo día así. Quería dormir profundamente y dejarse
llevar. Quería poder soñar con un mañana diferente. En donde todos los recuerdos que tanto
le dañaban, jamás existirían. Un mañana en que no tendría que despertar y así, seguir soñando.



-Melancolía-

SOLO ELLA AMÓ


Amaneció diferente, distinta, como si no fuera ella misma.
Bueno, prácticamente no había dormido.
La noche le sorprendió con un montón de pensamientos, de sentimientos agolpados
en su alma, dispuestos a salir. Dispuestos a luchar por no quedarse dentro y descargar
sensaciones.
Recordaba cada instante, cada palabra, cada te quiero.
Las promesas vertidas en vasos rotos, que escapaban entre las grietas de los cristales
hechos añicos.
No paraba de preguntarse qué hizo mal.
Por qué habiendo amado tanto, habiendo entregado tanto, no pudo ser correspondida.
Su risa hacía eco en sus oídos. Aquella risa loca que iluminaba sus días.
Su voz la acariciaba en el silencio, como si estuviera ahí mismo, tras ella, junto a su oído.
Soñó despierta durante un rato. Imaginó que todo era una mala jugada del destino.
Pero se dio cuenta de que no fue así. El hombre que amaba, jamás volvería con ella.
Jamás le daría lo que tanto deseo, una caricia, un beso, una mirada.
Jamás entendería el motivo, el por qué si tanto lo amaba, se había marchado de su vida.
Nunca comprendería por que se le permitió amarlo con tanta fuerza, si jamás estaría con él.
Bueno, esta mañana si lo entendió.
Comprendió que nunca se ama del mismo modo.
Y no se puede pedir, que alguien te quiera, cuando no es eso lo que siente.
Hoy amaneció diferente, hoy supo que realmente, solo ella amó.



-Melancolía-